Cada día, las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación (NTIC) están presentes en más ámbitos de actividad y que las posibilidades de inmediatez, ubicuidad y omnisciencia que da Internet, permiten conexiones e interacciones antes inimaginables. Poseen gran flexibilidad en cuanto a horarios, posee gran cantidad de herramientas que ayudan al aprendizaje, haciéndolo más sencillo y rápido.
Pese a todo esto, uno de los grandes problemas que presenta la formación online es la gran cantidad de alumnos que la abandonan sin completar, quizás porque en la formación online el propio alumno es el verdadero agente de su formación, además siempre es necesaria una tutoría activa con el profesor, en la que se realice un seguimiento individualizado de los alumnos, motivándoles e interesándose por sus progresos y problemas.
En mi opinión, no soy partidaria de realizar estudios a través de la red, salvo pequeños cursos de extensión universitaria, en los que las tareas a realizar no son de gran dificultad. La figura del profesor se hace importante, no sólo por las tutorías, sino por el hecho de mantener comunicación y tener presente la figura del docente, y no una pantalla de ordenador. Otro aspecto importante que no aparece en la formación online es la figura de los compañeros, no solo por el componente social sino por la ayuda que cada uno puede ofrecer a los demás.
Además, en muchas ocasiones las herramientas y materiales no son los más adecuados o están dañados, lo que dificulta el estudio. Otro problema es la necesidad de autoorganizarse y responsabilizarse a la hora de realizar las tareas. En la formación online, el profesor no está presente para recordar a los alumnos las tareas a realizar o revisarlas y aclarar dudas antes de entregarlas, el alumno ha de ser constante en su propia formación.
En conclusión, la formación online está cada día más presente en la formación, pero personalmente prefiero optar por una formación presencial, de carácter más humano y social, en la que el profesor y alumno interactúan constantemente.
Estefanía Díaz Bermúdez
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